Las intolerancias en la alimentación de los niños pueden suponer un auténtico rompecabezas si no cuentas con información suficiente.
La infancia es una etapa clave en muchos aspectos. Fisiológicamente, es cuando el organismo está en plena construcción, y llenando reservas de nutrientes y minerales que utilizaremos durante toda la vida. Los fundamentos del cuerpo se van a ‘edificar’ en gran parte en este período y los hábitos que se establezcan serán los que más permanezcan en el tiempo.
Además, en el contexto escolar, la comida adquiere por primera vez su componente social: los niños y niñas se relacionarán en las horas de recreo y probablemente compartirán espacios para desayunar o merendar.
La importancia de la alimentación durante la infancia
No hay ninguna duda sobre la importancia que tiene una alimentación saludable durante los primeros años de vida. Las reservas de minerales como el calcio, por ejemplo, se crean durante la infancia casi en su totalidad, lo que determinará una buena salud ósea a lo largo de la adultez. Además, los niños y niñas suelen llevar rutinas activas y es importante que no les falte energía. En el colegio juegan, estudian, reciben clases… son actividades que requieren tener disponibles al máximo los nutrientes y minerales necesarios para el organismo entero.
Cuidar la alimentación es crecer saludablemente
En los períodos preescolar (3 a 6 años) y escolar (6-12 años), cuando se produce un crecimiento moderado. Culminará con la adolescencia, con un nuevo aumento de las demandas metabólicas y grandes cambios, tanto físicos como de la personalidad. Cambios que condicionan los hábitos alimentarios. Es un momento excelente para sembrar las bases de la alimentación futura y demás hábitos de vida saludables.
La alimentación, aliada para un crecimiento saludable
Resulta muy útil imaginarse la infancia como el proceso de construcción de una casa. Para asegurar que nuestra casa se aguantará bien, estable, y a lo largo del tiempo, necesitaremos disponer de materiales de calidad. Comida rica nutricionalmente que sirva de cimientos de un organismo fuerte y sano para toda la vida. Básicamente se trata de: llevar un estilo de vida activo y una alimentación variada, equilibrada y suficiente.
Distribución de comida a lo largo del día
Es importante repartir la ingesta en 5 tomas diarias, como mínimo. Dicho de otra manera: no dejar que pasen más de 3 horas sin comer nada. Que haya diversidad de grupos de alimentos y con más presencia de aquellos con mayor riqueza nutricional. Deberá llevarse a cabo una dieta suficiente en energía, de acuerdo con la actividad física que se vaya a realizar. Las comidas principales deberán tener presencia de verduras, hortalizas y frutas en gran cantidad (mínimo 5 raciones al día), ricas en micronutrientes, vitaminas, minerales y fibra beneficiosa para su salud digestiva.
Intolerancias alimentarias y cómo sobrellevarlas
Conseguir repartir las comidas cómodamente a veces puede ser un problema por la falta de tiempo e incluso si hay intolerancias alimentarias o alergias de por medio aún más. Una buena solución es contar con un espacio en la despensa para opciones de confianza y de calidad, como nuestra gama de galletería Germinal Bio en la cual contamos con ingredientes naturales y procedentes de la agricultura ecológica. Y si algún miembro de la familia tiene alguna intolerancia es importantísimo tener alternativas sin gluten pero que sean igual de apetecibles que las de sus compañeros de clase.
Meriendas y almuerzos sin gluten
En nuestra sección de recetas, tenemos opciones para todas las edades de postres, comidas, meriendas y almuerzos para los golosos. ¡Y muchas de esas ideas son aptas para celíacos! Por ejemplo, una merienda llena de color con frutas y galletas sin gluten como es el bol de açaí.
Y es que en Germinal Bio tenemos una amplia selección de galletas sin gluten con diferentes sabores que gustarán a los niños. Como las galletas sin gluten rellenas de crema de cacao para los amantes del chocolate. Pero si prefieres que coman fruta de manera divertida y diferente, también pueden merendar o almorzar galletas de trigo sarraceno con arándanos y yogur vegetal.
Incluso tenemos opciones saladas que dan sabor y variedad a los peques. ¡Incluso puedes prepararles un queso vegano con anacardos y hierbas frescas! Es ideal para untar en las crackers saladas de trigo sarraceno o con cúrcuma. O dipear con nuestros hummus. Además del tradicional, pueden hacer sándwiches con sabores y colores increíbles, como el de remolacha con jamón cocido, el hummus cásico con rodajas de aguacate o simplemente un bocadillo con el hummus de remolacha.
Sin duda, se pueden combinar nuestros productos con verduras, frutas y bebidas vegetales, para que las meriendas y almuerzos de los niños celiacos tengan sabor y color. Con todos los nutrientes que les hace falta en cualquier momento y lugar. ¡Ya sea en el patio del colegio, en el parque o de camino a su actividad extraescolar favorita!