Ya estamos en plenas vacaciones y es un buen momento para hacer actividades al aire libre, pero el buen tiempo también trae una larga exposición al sol y a veces no nos protegemos correctamente.
El sol no deja de ser una fuente de vitaminas necesarias para nuestro organismo, pero siempre tomado con moderación. La exposición excesiva al sol puede tener efectos perjudiciales como quemaduras solares o envejecimiento prematuro. A continuación, hablaremos de las precauciones que tienes que tomar si tienes pensado tomar el sol o salir a hacer una excursión.
Protégete del sol:
El primer paso para cuidar tu piel es protegerte adecuadamente del sol. Utiliza siempre un protector solar con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Aplícalo generosamente en todas las zonas expuestas de tu piel. Recuerda volver a aplicarlo cada dos horas.
Evita la exposición en estas horas:
Evita la exposición directa al sol durante las horas pico generalmente entre las 12 y las 16. Durante extra franja los rayos solares son más intensos y pueden dañar la piel más rápidamente.
Hidratación adecuada:
El calor del verano puede deshidratarnos fácilmente, lo que afecta negativamente a tu piel. Asegúrate de beber suficiente agua durante todo el día para mantener tu piel lo más hidratada posible. El agua de coco es una buena aliada ya que además de hidratarnos nos aporta los minerales que hemos perdido al sudar. Además, utiliza productos hidratantes para el cuidado de la piel que sean ligeros y no grasos. Opta por lociones o cremas con aloe vera.
Los labios también son una parte delicada.
Los labios también necesitan un especial cuidado durante estas fechas. Utiliza bálsamos labiales con protección solar para evita que se sequen o agrieten, Los labios pueden quemarse fácilmente así que asegúrate de mantenerlos hidratados.
No te olvides de tus pies.
Presta atención a su cuidado ya que mantenerlos limpios y secos nos ayuda a evitar la aparición de hongos, un problema muy veraniego.
Si ya hemos tomado demasiado el sol puede que estos 3 consejos te ayuden a calmar tu piel.
Enfría y calma la piel.
Después de estar expuesto al sol, es común que la piel se caliente y enrojezca. Para aliviar esta sensación puedes tomar una ducha fresca para enviar el cuerpo. Evita el uso de agua caliente ya que puede empeorar la irritación.
Hidratación intensa.
La exposición al sol puede deshidratar la piel, por lo que es fundamental reponer la hidratación perdida. Aplica abundante crema hidratante suave y sin fragancias para ayudar a retener la humedad en la piel. Utiliza productos que tengan ingredientes con propiedades calmantes como la caléndula i el extracto de manzanilla. Estos pueden reducir la inflamación y aliviar la sensación de quemazón de la piel. Evita los productos con fragancias fuertes o alcohol para evitar la irritación.
Bebe mucha agua
Una hidratación adecuada ayudara a tu piel a reponerse más rápidamente.
Cuidar tu piel, antes, durante y después de la exposición solar es vital para mantenerla sana y prevenir problemas a largo plazo.