La dieta sin gluten es la única solución para quien padece esta intolerancia. Seguirla no es difícil, si sabes cómo hacerlo. ¡Te lo explicamos!
Los incómodos síntomas digestivos de las personas con intolerancias sólo desaparecen cuando se elimina de la dieta el ingrediente que los causa. Veamos cómo preparar una dieta sin gluten.
Actualmente el único tratamiento para la enfermedad celíaca es la dieta sin gluten. No es una tarea sencilla identificarlo; pero una vez detectada la intolerancia, comer sin gluten es posible. Cada vez hay más información al respecto y también van en aumento las alternativas para celíacos y oferta de productos que años atrás resultaban imposibles de encontrar.
¿Cuándo hay que seguir una dieta sin gluten?
Las personas que sufran estos síntomas deben acudir a un especialista para obtener un diagnóstico, porque si el organismo no está tolerando bien el gluten, seguir comiéndolo puede conllevar consecuencias más graves en el futuro, por la incapacidad del sistema digestivo de metabolizarlo. Es importante el seguimiento médico, y asegurar que sea el gluten lo que está causando las molestias.
Cómo seguir una dieta sin gluten y no desesperar en el intento
Llevar a cabo una dieta sin gluten no es necesariamente algo complicado. Disponemos de un amplio abanico de alimentos con los que elaborar menús apetecibles sin necesidad de incluir el trigo. Sólo hay que tener en cuenta siempre los alérgenos, sobre todo a la hora de salir a comer fuera o en el caso de convivir personas celíacas con otras que no lo son. Te damos algunas pautas:
Eliminar los cereales con gluten y conocer los que sí son aptos
Los cereales que contienen gluten son: trigo, cebada, centeno, espelta, avena (excepto si está certificada sin gluten), kamut y los productos derivados de ellos (harinas, almidones, fécula…). El arroz, de cualquier tipo, es uno de los cereales apto en la dieta sin gluten. Otros cereales considerados libres de gluten son el maíz, el trigo sarraceno, el mijo y la quinoa, aunque hay algunas dudas respecto a la tolerancia de estos cereales por parte de las personas más sensibles. Es importante leer siempre las etiquetas para asegurarse que el alimento que se ingiere está libre de gluten.

Descubre los cereales sin gluten
Los alimentos naturalmente libres del gluten son muchos
Todas las verduras, hortalizas y tubérculos están libres de gluten de manera natural. También las frutas y frutos secos. Las legumbres también son aptas en la dieta sin gluten y son una fuente fabulosa de carbohidratos complejos y fibra. Garbanzos, lentejas, alubias y guisantes son una genial opción para compensar la eliminación del trigo, que es un hidrato de carbono complejo rico en fibra y por lo tanto ralentiza el tránsito intestinal. La soja también es apta para celíacos.
Todos los tipos de carne y pescado son aptos en este plan alimentario, así como el marisco, los huevos y la mayoría de los productos lácteos. Hay que tener en cuenta que cuando estos productos son procesados hay que revisar bien el envase y buscar la información de alérgenos, ya que puede llevar algún emulgente que contenga gluten o haberse producido contaminación cruzada en la planta de elaboración.
Si bien es cierto que el trigo está muy presente en nuestra cultura alimentaria, a diferencia de unos años atrás, hoy en día hay un sinfín de productos aptos para celiacos y para las personas con intolerancias tienen numerosas opciones para no tener que renunciar a comer cereales, pan, pasta o algún que otro capricho de repostería.
Tener cuidado con la contaminación cruzada
Los alimentos procesados y los productos a granel son susceptibles de contener trazas de gluten, si cabe esa posibilidad aparecerá indicado en la etiqueta. Si se comparte cocina es importante seguir algunas normas para garantizar la seguridad alimentaria:
- Almacenar los productos sin gluten aislados de los demás
- No compartir espacios de elaboración con productos con gluten
- Limpiar bien las superficies con agua y jabón
- Hacer primero la comida sin gluten, y después el resto
- Cocinar con utensilios preferiblemente de metal o plástico ya que no son porosos y se lavan mejor
Etiquetaje de alimentos sin gluten: certificados y en qué fijarse
Leer las etiquetas de los alimentos es recomendable siempre, aunque no se tengan intolerancias, pero si se tienen, resulta indispensable y una cuestión de salud. Suelen tener letra pequeña, ¡pero no es difícil descifrarlas! Sólo se podrán ingerir productos que son susceptibles de contener gluten si éstos llevan el símbolo o la mención “sin gluten”.
La etiqueta explicada brevemente
En las etiquetas aparece el contenido nutricional del producto, la fecha de caducidad o consumo preferente y lo más importante para la persona celíaca: la lista de ingredientes, en los que es obligatorio que los alérgenos estén marcados en negrita.
Tipos de certificados sin gluten
Hay diversos diseños para identificar la absencia del alérgeno. Cualquier mención “sin gluten” es válida, no es obligatorio usar una en particular. El productor debe garantizar el contenido máximo permitido de 20ppm. El símbolo más reconocible entre la comunidad celíaca y que genera más confianza es la espiga barrada, de la “Asociación de Sociedades de Celíacos de Europa” ya que responde a un consenso europeo que otorga licencias para su uso.
Los productos que se elaboren en la misma sala que otros que lleven algún ingrediente que contenga gluten, deben especificar la posibilidad que haya trazas o vestigios de gluten, y ante la duda, mejor no consumirlos.
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